martes, 29 de marzo de 2011

iPad learning

Quiero compartir mi experiencia con ipad/Galaxy desde los dos puntos de vista, al ser docente muchas veces y alumno unas cuantas también.

De hecho acabo de finalizar un curso en Madrid donde había cargado en mi Ipad todo el material lectivo (Business cases, artículos, notas, etc.) y mientras mis colegas iban de un lado a otro con un enorme carpetón, yo tenia que preocuparme de llevar sólo mi Ipad, con aplicaciones como I-Annotate que te permite tratar los PDFs como documentos de papel, tomando nota, subrayando, etc., con el añadido que puedes compartir también estas notas y subrayados con otros "peers".

Al estar conectado en el áula, podía hacer malabarismos, desde consultar wikipedia para entender un término como "moral hazard" a ver los últimos datos sobre el fondo de endowement de la Universidad de Yale (cuyo caso estábamos discutiendo) o consultar datos útiles para los trabajos de grupo.

Naturalmente el profesor estaba encantado con todo esto: si tus alumnos tienen una herramienta poderosa entre sus manos, más vale que la utilicen, ampliando el alcance de una clase normal hasta límite impensados.

En una clase reciente como docente, pedí a los alumnos que hicieran experimentos "sociales" como que utilizaran en su trabajo de grupo a un "avatar" externo, es decir a un "experto" que les ayudara en resolver un problema complejo, conectado con ellos a través de la red.

En otra sesión pedí a los alumnos un "pitch" construido en red a través de twitter, para además fomentar la práctica de ir al grano y ser ejecutivo y un largo etcetera.

Como profesor, en mi Ipad ya tengo todos mis apuntes, mis casos ... y me he olvidado de papeles y apuntes; mis libros son kindle y ya tengo una buena colección que siempre va conmigo, igual que mis fotos, mí música, y mis vídeos.

Una clase interactiva, además, es muy divertida, para todos: mismos casos, misma teoría pero con una puesta en escena que permite aplicar la ley de Metcalf a tope, ampliando la discusión y la aportación muy fuera del aula.

Nosotros no competimos con el profesor Google: nuestra presencia física en clase es lo que lo hace verdaderamente potente.

Abrazos,
Antonio

sábado, 26 de marzo de 2011

Gracias


El 24 de Marzo Expansión publicó el artículo adjunto, "Detrás de todo ejecutivo hay un gran profesor", donde mi nombre salía entre los referentes entre las Escuelas de Negocio más prestigiosas de España, representando a EOI.

He probado rubor al ver mi nombre allí, al ser conciente que en EOI hay profesores mucho mejores que yo y que dedican todo su tiempo a la docencia, aunque no puedo esconder mi satisfacción por el hecho de representar esta gran Institución.

Mil gracias a la generosidad de EOI por concederme este privilegio, inmerecido donde los haya, que para mi representa un incentivo añadido para dedicarme con pasión y entrega a esta profesión que amo y que disfruto cada día más.

Enseñar y formarse son dos procesos que en el siglo XXI van muy juntos, al haber muchísima inteligencia distribuida en cada clase, desde un MBA a un programa de altísima dirección, con la posibilidad añadida de “extender” la clase utilizando los medios digitales a nuestro alcance: desde luego sé de no saber y que la enseñanza es útil sólo si nos hace mejores.

Gracias a EOI.

FIGURAS DE LA ENSEÑANZA Las escuelas de negocios y las asociaciones de antiguos alumnos dibujan junto a EXPANSIÓN el claustro de maestros que ha desempeñado un papel esencial para los directivos del último cuarto de siglo.

Detrás de todo ejecutivo hay un gran profesor

Rubén Folgado. Madrid

Hay quienes se confiesan amantes de la tiza. Otros, sin embargo, son incapaces de soltar la tableta táctil o el móvil de última generación. Pero unos y otros comparten una misión: formar a los mejores directivos del país. En un momento en el que muchos sectores reclaman salvaguardar la autoridad y la figura del docente dentro del aula, las escuelas españolas han conseguido situarse en el ranking de las más prestigiosas del mundo, mientras la OCDE alerta de los malos resultados cosechados en otros niveles educativos inferiores.

EXPANSIÓN ha contado con las principales escuelas de negocios del país, así como con las asociaciones de antiguos alumnos para dibujar el mapa de los profesores que han marcado un antes y un después en la carrera de los ejecutivos que hoy dirigen las grandes corporaciones dentro y fuera de España.

Los referentes
Santiago Álvarez de Mon (IESE)
Nuria Chinchilla (IESE)
Enrique Dans (IE)
Antonio Fontanini (EOI)
Carlos Losada (Esade)
Rafael Ortega de la Poza (ESIC)
Rafael Pampillón (IE)
Simón Reyes (ESIC)
Rafael Termes (IESE)
Juan José Toribio (IESE)
Robert Tornabell (Esade)
Fernando Trías de Bes (Esade)

Entre los nombres más relevantes en el campo de la formación de directivos ocupa un lugar primordial Rafael Termes. Fallecido en agosto de 2005, además de poseer diferentes cargos de responsabilidad, como la presidencia de la Asociación Española de la Banca (AEB) en la década de los 80, representó un papel esencial en la consagración de IESE como una de las principales escuelas a nivel internacional.

Otra de las figuras relevantes de esta institución educativa es Juan José Toribio. Este reputado economista ha formado parte de organismos tan importantes como el Fondo Monetario Internacional (FMI). En el sector público, Toribio ha trabajado para el Banco de España y ocupó el puesto de director general de Política Financiera del Ministerio de Hacienda en el Gobierno de Adolfo Suárez. Ya con el hábito de profesor, Toribio destaca en áreas como economía de la empresa, teoría monetaria o economía internacional.

Algunas de estas figuras de la enseñanza han plasmado muchos de sus conocimientos en afamadas obras literarias que les han consagrado como divulgadores. Esade Business School da buena cuenta de este tipo de perfiles. Robert Tornabell o Fernando Trías de Bes han cosechado grandes éxitos con libros de temática financiera.

Tornabell, ex decano de Esade y profesor de Control y Dirección Financiera, también ha colaborado en tres publicaciones con Isidre Fainé, presidente de La Caixa.

En el campo de las nuevas tecnologías, si hay un profesor que destaca, ese es Enrique Dans. El reconocido bloguero lleva a cabo su labor docente en IE Business School impartiendo clases magistrales de Sistemas y Tecnologías de la Información.

Con una visión más económica de la rama tecnológica, dentro de esta escuela de negocios destaca Rafael Guillermo Niebla Pampillón, un reputado economista que se alzó en 2001 y 2008 con el premio al mejor profesor de IE Business School, en reconocimiento a su intensa actividad investigadora y divulgativa. Pampillón también cuenta con numerosas publicaciones y estudios de referencia en muchas instituciones educativas.

En una sociedad cada vez más ligada a la comunicación y al mundo de las redes sociales, el marketing y las nuevas estrategias publicitarias son esenciales para asegurar el éxito de los modelos de negocio. Precisamente, ESIC es una de las escuelas de negocios más especializadas en esta área empresarial.

Dentro del claustro de esta institución destacan Simón Reyes y Rafael Ortega de la Poza, director general y decano, respectivamente. Ortega de la Poza, que lleva la batuta del decanato desde el año 2004, reconoce que “en la actualidad el alumno ha ganado protagonismo, ya no es el joven tímido de antes”.

Mientras, confiesa que cuando él mismo estaba en los pupitres, lo que más admiraba de sus profesores era “la capacidad de comunicar y transmitir ideas con claridad e inteligencia”.

Los nuevos modelos de negocio no escapan de los planes de las grandes escuelas de directivos. La Escuela de Organización Industrial (EOI) ha puesto en manos de Antonio Fontanini un nuevo MBA orientado a la internacionalización del vino. Fontanini es uno de esos perfiles que combina la visión del empresario con la de un docente que ha impartido clases en las principales instituciones españolas, así como en otras tan emblemáticas como Harvard.

Secretos para ser los mejores

ANTONIO ARGANDOÑA RSC Y GOBIERNO CORPORATIVO DE IESE “No puede ser un buen directivo si no tiene en cuenta las consecuencias de sus acciones. Porque si no es responsable se estará destruyendo a sí mismo”.

RAFAEL PAMPILLÓN ECONOMISTA DE IE “Todos los días se produce el milagro del mercado. El mercado, sin necesidad de que nadie intervenga, funciona: compramos, vendemos”.

XAVIER MENDOZA POLÍTICA DE EMPRESA DE ESADE “El aprendizaje en los adultos es más efectivo cuando somos capaces de relacionar nuevas ideas con nuestras experiencias anteriores”.

SIMÓN REYES DIRECTOR GENERAL DE ESIC “Los cambios ofrecen grandes oportunidades para la innovación y para la mejor de las inversiones, la inversión en conocimientos como factor de competitividad”.

NURIA CHINCHILLA DIRECCIÓN DE PERSONAS DE IESE “La flexibilidad horaria y laboral es la asignatura pendiente para atraer y desarrollar el mejor talento y alcanzar la competitividad ”.

FERNANDO TRÍAS DE BES MARKETING DE ESADE “No hay buenos o malos negocios, sino buenos o malos gestores de ideas”.

ENRIQUE DANS SISTEMAS Y TECNOLOGÍA DE IE “Los bits son libres”.

ANTONIO FONTANINI DIRECTOR DE MBA DE EOI “Si amas lo que haces y le dedicas tiempo y pasión, tendrás muchas posibilidades de tener éxito, ser capitán de tu alma y el amo de tu destino”.

CARLOS LOSADA LIDERAZGO DIRECTIVO DE ESADE “Los valores espirituales generan riqueza material”.

SANTIAGO ÁLVAREZ DE MON DIRECCIÓN DE PERSONAS DE IESE “El liderazgo es un viaje desde dentro hacia afuera. El liderazgo es el arte de mantener conversaciones cruciales”.

sábado, 19 de marzo de 2011

Vino y poesía


ca-bianca

Enrico Fisichella, un amigo que es un hermano para mí y que nos deleita con su página web y sus blogs llenos de poesía, ha publicado un post relacionado con el mundo del vino: aquí tienen el link a su blog.

Enrico es un experto en "crowd-learning", esta tendencia que permite reunir inteligencia colectiva entre comunidades de usuarios en la red de los sectores más dispares, desde la moda al mundo de la salud: recientemente Enrico  ha desarrollado para la industria farmacéutica unos sitos web donde pacientes, familiares y médicos pueden compartir experiencias, miedos y alegrías; su último post va del poder del "cuento" y del efecto mágico que tiene sobre la salud el compartir esperanzas con la gente que está pasando por lo mismo, quizás ayudando a los enfermos en estar menos sólos frente a sus miedos.

Al final nos relata la historia de "Paolo Scavino", una bodega del norte de Italia situada en las Langas del Piamonte, que produce el mejor "Barolo" del mundo:  una empresa pequeña, una "boutique" del vino que opera en todo el mundo ganando premios y manteniendo la tradición del fundador del que mantiene el nombre; la página web de esta bodega es gestionada por dos artistas,  (no por expertos informáticos): un fotógrafo, Davide Dutto y un escritor, Michele Marziani. Todas las fotos de la página son del autor y los textos preciosos.

Os adjunto la descripción "técnica" del "terroir" donde esta bodega cultiva y desarrolla sus mágicos vinos, en Italiano, al ser injusto para mí traducir tanta belleza:

" Il colore è un lampo di luce e muta con la stagione, ora è nebbia, ora è rosso al tramonto, ora giallo di viti d'autunno, ora scuro, bluastro, polposo, come l'uva Nebbiolo. Anche un bicchiere di Barolo è un lampo che cambia colore col tempo. E' un signore elegante, ma schivo, si conosce pian piano, bisogna entrare in confidenza per poterlo capire ed apprezzare ....."

Aquí está el link a la bodega: http://www.paoloscavino.com/

Marketing al estado puro: emoción, una historia preciosa, pasión por la tierra y las tradiciones, calidad expresada con fotos increíbles, con palabras que son como pinceles, como herramientas de orfebre, transmitiendo poesía y colores, sentimientos y amor por el trabajo bien hecho, único.

El marketing del siglo XXI es transmitir confianza, es ser distinto, es trabajar los 5 sentidos: dan ganas de beberse este vino.

viernes, 18 de marzo de 2011

Invertir con éxito en bolsa no depende del plazo, sino del tiempo (y de la suerte)



Hay un mito recurrente entre inversores que dice que si inviertes en bolsa en un plazo suficientemente largo, es casi imposible que pierdas tu dinero. 

Los que nos dedicamos a financiar proyectos empresariales "start-ups" solemos "descontar" las inversiones con tasas muy superiores al 20% porqué conocemos sobre nuestra piel lo aleatorio que resultan afirmaciones como la anterior.

De hecho, el author James Glassman escribió en el Wall Street Journal recientemente que si inviertes en Bolsa en títulos blue chips en un plazo suficientemente amplio como 10 años, es probable que tu rentabilidad anual ponderada esté por encima de productos como los "bonds", es decir obligaciones (del estado, corporativas, etc.) y encima asumiendo un riesgo parecido.

El artículo adjunto de Sergey Zaks viene a demostrar todo lo contrario, además con datos contundentes y estadísticas sobre US desde 1950: invertir en Bolsa es arriesgado siempre y el éxito a largo plazo depende del tiempo en el que hiciste tu inversión.

Llama poderosamente la atención que 10 años contados a partir de Febrero de 1990 o de Agosto de 1999 tengan dos resultados tan dispares: una inversión de 100,000 dólares en el primer caso te reportaría 10 años después unos 570,000 dólares; por lo contrario, la misma inversión a partir de Agosto 1999 dejaría tus 100,000 dólares en 71,000 10 años después.

Nadie sabe por lo tanto a ciencia cierta "cuando" es un buen momento para invertir en Bolsa a largo plazo: dependerá de muchos factores, siendo "la suerte" uno de los más importantes.


IT’S ALL ABOUT TIMING
Sergey Zaks
James K. Glassman, the co-author of “Dow 36,000,” recently created a minor controversy by suggesting that, while being wrong about the Dow’s future growth, he was right about the fact that in the long run stocks are not risky. As he put it in his recent op-ed article in The Wall Street Journal, “For most periods of 10 years or more, shares of U.S. companies produced far greater gains than bonds, at much the same risk.” In his WSJ column Jason Zweig critiqued this statement but didn’t provide any numbers to prove his point. The issue of whether the stock market is risky in the long run is a very important one but fortunately any investor with the access to the Yahoo Finance site and Excel can assess it empirically – and it’s a pretty fascinating exercise.

Ten years sounds like a reasonable approximation of the “long run.” While many investors keep their money in stocks for much longer periods, we can imagine many situations when circumstances require a person to withdraw funds after 10 years. Yahoo provides data for the S&P 500 going back to January of 1950, an ample amount of time to work out our analysis.
We used the level of the index fully aware that it doesn’t include dividends. While skewing absolute numbers, this does not directly affect volatility. (A side note: historically, the average dividend yield from January 1950 to February of 2011 was approximately 3.4%. Since 1980 it was 2.8%, and in the last 10 years it was 1.8%. Data courtesy of Standard and Poor’s, Robert Shiller and Aswath Damodaran of Stern School of Business).

In our analysis we used monthly data. As the Yahoo tables start on January of 1950, the first calculated data point for the 10-year return is January 1960. From that point on and to February 2011 we calculated 614 data point. 

What is immediately observable is the tremendous variability of results. While the average annualized 10-year return for the period was 7.26%, the maximum return was 16.75, reached in August of 2000, and the minimum was a negative 5.08% - that unfortunate record was set just two years ago in February of 2009. 

The average investor would not doubt the variability of monthly market returns: he or she would accept their unpredictability. The average annualized returns on a ten-year investment are even more erratic. In formal terms, the standard deviation of monthly returns for the period from January 1950 to February 2011 is 4.20%. The standard deviation of the average annual 10-year returns is 4.84%.

To put it differently, if you were lucky enough to invest $100,000 in August 1990, ten years later you would have approximately $470,000 from the growth of the general price level of the index, plus about $100,000 extra from received and re-invested dividends for a grand total of about $570,000 (the average dividend yield for the decade was about 2.27%). 

If, on the other hand, you were unfortunate enough to invest your money in February of 1999, 10 years later you would have about 59,000, plus about $20,000 in dividends, direct and reinvested, for a grand total of about $71,000 (the average dividend yield in the decade starting 1999 was approximately 1.76%). 

The unlucky fellow ended up with about 1/8th of the amount of the lucky one.

These results are striking and lead to several conclusions. First of all, as we can see, stocks are risky, even in the long run (or at least in the medium-long run). 

This is an obvious and expected result. But another fact, usually less discussed, is that individual results depend on the timing of the investment much more than on any investment skill! 

The difference between a good (or, to use our preferred label, lucky) investor and a bad one (or an unlucky one), when compared during the same time frame, is usually measured by a couple of percentage points: just take a look at the annual results of thousands of mutual funds investing in the US stock market. 

The difference would be significant if the spread among good and bad investors was consistent years after year; it practically never is. On the other hand, if we take into account different entry and exit time points, the variation of the average annual returns of the market itself during the last 50 years amounts to almost 22%. 

Since we’re strong believers in (at least) weak market efficiency, we cannot accept the possibility of timing the market: there’s just no way to know whether today is a good day to invest for the next 10 years or not. The timing of the lucky investor in our scenario made all the difference. 

Although this is not a very comforting conclusion, it is yet another proof of the riskiness of the stock market, despite Glassman’s claim to the contrary.

Sergey Zaks is Principal, Zaks Investment Advisory Service, LLC.

Esta newsletter está disponible en la página web de Marvin Zonis, http://www.marvinzonis.com/