domingo, 8 de mayo de 2011

El arte de emprender: soluciones desde la prudencia



En Navidad de 2010 EOI Escuela de Organización Industrial publicó el libro “El arte de emprender, soluciones desde la prudencia”, donde más de 100 emprendedores ligados a la Escuela comentamos algunos de los 300 aforismos contenidos en el libro “Oráculo manual y arte de la prudencia”, de Baltasar Gracián.

A pesar de que este pensador nacido en 1601 no triunfó en sus tiempos, su libro se ha convertido en este siglo en un best seller, citado por ejemplo en la lista del Washington Post, con más de 200,000 ejemplares vendidos.

Os animo en bajaros de la red copias gratuitas del libro, actualísimo en la gestión empresarial, como en el link adjunto.


Por otro lado, os adjunto mi humilde aportación al libro de EOI, comentando el aforismo 34, páginas 56-57: algunos conceptos os sonarán pero es una ocasión para que os bajéis el libro entero desde la biblioteca de EOI, en cuanto entre los autores hay personas de gran relevancia del mundo cultural, literario y empresarial y no cito a nadie para no caer en agravios comparativos.

Espero los disfrutéis.

AFORISMO 34: DESCUBRE TU PRINCIPAL VIRTUD

No me extraña que los pensamientos de este cura Aragonés del barroco, pesimista, existencialista y “conceptista” hayan inspirado a Shopenauer o a Nietsche: en 1647 la vida no debía ser fácil para nadie y hay muchas verdades universales en este libro y en el aforismo 34 en particular.

Hoy sabemos que no es tan descabellado escribir un manual de “buenas prácticas” para triunfar en la vida profesional.

Sandy Pentland nos ha desvelado en su libro “Señales Honestas”(1) que los humanos comunicamos con señales que se escapan a nuestro control y podemos adivinar lo que puede pasar en un entorno definido como una empresa o una pareja.

Malcom Gladwell en su libro “Blink”(2) nos dice que en milisegundos el “adaptive unconscius” instalado en nuestro cerebro capta una realidad que nuestra razón tardaría meses en descifrar: el “Sociómetro” de Sandy puede adivinar el futuro profesional de un ejecutivo o de un proyecto, midiendo “como” interactúan las personas implicadas, mientras Malcom nos cuenta como analizando un video de 5 minutos de una pareja discutiendo, se puede adivinar con un 90% de probabilidad si esta pareja seguirá casada después de 15 años.

El “neuromarketing” garantiza que el humano es un ser emocional dominado por sus sentimientos, más que por razones (el 95% de las decisiones las tomamos con el corazón) pero Jack Trout y Al Ries publicaron hace más de 15 años “The 22 inmutable laws of marketing”(3) que sigue siendo muy actual.

Libros como "Why should anyone be led by you?"(4) y "Clever"(5) de Gareth Jones, nos ayudan a entender a nuestros colegas en la empresa, a nuestros jefes, como leer el contexto y comunicarnos con cada uno de ell@s de la manera más correcta: Gracián nos demuestra que el ser humano no ha cambiado mucho en los últimos 350 años, a pesar de su progresiva urbanización cosmopolita, haber pasado dos revoluciones industriales y estar conectado en Facebook y Twitter.

Desde mi punto de vista el aforismo 34, adaptado al siglo XXI, esconde dos verdades como puños y estoy muy de acuerdo con la primera y en desacuerdo con la otra.

PRIMERA VERDAD. Creo profundamente que hay 4 cosas irrenunciables en este mundo, en esta vida tan corta, a veces durísima e injusta: cuidar de nuestra salud, buscar la felicidad, la pasión y la emoción en el trabajo, montar negocios no para hacer dinero sino para cambiar el mundo y nunca renunciar al amor.

Cada persona tendría que trabajar en lo que le hace más feliz. Hay quien nace empresario y no concibe el trabajo por cuenta ajena: empieza con un bar, una tienda, cualquier negocio. Lo suyo es emprender.

Hay magníficos ejecutivos que necesitan a una organización para desarrollar su potencial: lo suyo es ser parte de un grupo, de una multinacional, tener jefes y colegas.

Yo me hice empresario después de 15 años como ejecutivo en multinacionales, al darme cuenta que si había sido capaz de pensar e inventarme un proyecto imposible, que culminó con la firma de uno de los mayores contratos de exportación en la historia de España ¿por qué no hacerlo para mí, con más libertad y asumiendo éxitos y fracasos?

Si el proyecto que queréis emprender significa realizar vuestro sueño, adelante, no lo dudéis; puede que al principio haya que trabajar en algo que no os guste, pero si esto va en paralelo con vuestro sueño, no hay nada malo en ello y cualquier trabajo honrado es digno.

Y si además vuestro proyecto sirve para dejar un mundo mejor o para evitar que algo bueno acabe, que vuestras dudas sean todavía menores.

Vuestra recompensa será realizarlo, disfrutar mientras hacéis lo que más os gusta, lo que siempre habéis querido hacer: el dinero y los éxitos ya vendrán y si no, no pasará nada, habréis aprendido para futuras aventuras.

Les aconsejo el libro de Guy Kawasaki, "The art of the start" (6) y ver sus reflexiones en este video, donde Guy expresa este concepto mucho mejor que yo. http://www.youtube.com/watch?v=lQs6IpJQWXc

SEGUNDA VERDAD. No estoy de acuerdo sobre la necesidad de “hacer caso a los consejos de la inteligencia” en cada ocasión, aunque lo adaptemos al contexto del libro. La pasión es lo que diferencia a los ejecutivos "normales" de los que dejan huella en el DNA de las empresas, que realizan sueños y cambian las reglas del juego.

Jack Welch introdujo en GE una evaluación despiadada, basada en la "performance", que resultaba en el despido del 10% de los ejecutivos "peores" y en el ascenso del “mejor” 20%, para garantizar la excelencia constante. Los ejecutivos que demostraban "pasión" acababan casi siempre en el grupo del 20%.

En otras palabras, la "pasión" era el elemento que a paridad de competencias hacía la gran diferencia a la hora de elegir a los líderes del futuro en GE. Léanse por favor su biografía "Jack Welch"(7) y la de Lou Gerstner, el CEO que cambió IBM, "Who says elephants cant dance?"(8).

En mis años de venture capitalist, cuando analizaba decenas de planes de negocio cada mes, para elegir UNO donde invertir, siempre me fijaba en los fundadores: el filtro principal consistía en la determinación que veíamos en ell@s, en el sueño que adivinábamos detrás de los números, de la tecnología, de los planes de contingencia.

Me he equivocado muchas veces eligiendo proyectos que no llegaron a ninguna parte en su forma inicial, pero siempre encontrábamos la manera de reconducirlos hacía horizontes más viables, cuando al frente había gente competente, honrada en sus aspiraciones y quemada por su pasión por hacer cosas y cambiar el mundo.

Vivan su trabajo y su vida con pasión por favor, huyan de la mediocridad y del “commodity hell” y  mantenganse "hambrientos" e "irrazonables" (Steve Jobs dixit).

Notas:
(1)    Sandy Pentland, “Señales Honestas”, Milrazones, 2010
(2)    Malcom Gladwell, “Blink”, Penguin Books, 2006
(3)    Jack Trout, Al Ries, “The 22 inmutable laws of mktg”, HarperBusiness, 1994
(4)    Gareth Jones, "Why should anyone be led by you?", Harvard Business Press, 2006
(5)    Gareth Jones, "Clever", Harvard Business Press, 2009
(6)    Guy Kawasaki, "The art of the start", Porfolio Hardcover, 2004
(7)    Jack Welch, "Jack Welch", Ediciones B, 2006
(8)    Lou Gerstner, “Who says elephants cant dance?”, Harper Paperback, 2003.

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