En la Chicago University BSB dicen que cuando conoces un sector pero no sabes montar una empresa, te dedicas a ser consultor y cuando ni siquiera puedes hacer eso, pues tratas de enseñarlo en una escuela de negocio.
Siempre me ha llamado la atención el sector de la construcción y sus ciclos: compré mi casa en Madrid en el año 1990, al final de un ciclo inmobiliario a la alza: sólo 5-7 años después mi casa recuperó su valor inicial.
Luego hubo otro ciclo alcista hasta 2007 y ahora llevamos otra crisis: 10-15 años de precios en subida libre y 5-10 años en caída libre.
Cuando el valor de adquisición de una casa está entorno a 25-30 años del salario medio, no hace falta ser Nostradamus o Negroponte para vaticinar un revolcón, una debacle, la explosión de la burbuja próxima en el tiempo. El problema es saber cuan próximo es eso, para tirar las segundas Curvas de Sigmoid (***): creamos equipos de desastre, diversificamos nuestro negocio en las 6 variables clásicas, minimizamos riesgos, ponemos huevos en más cestas, …. ¿Fácil no?
Pues no parece, al haber “pillado” a algunas de las mayores empresas del sector, como Martinsa Fadesa por ejemplo.
Os recomiendo leer un buen libro sobre management, “The halo effect”, (de Phil Rosenzweig, Free Press, 2007) que cuenta lo fácil que es juzgar la historia de las empresas a toro pasado.
En el capitulo 2 se cuenta como la prensa especializada (Fortune, Business Week, ..) glorificaron a Cisco y a su CEO John Chambers por 10 años seguidos.
Cisco http://www.cisco.com/ fue la primera empresa en alcanzar los 100 B$ de valor bursatil en 12 años (Microsoft tardó 20), todo el mundo hablaba sobre su escucha activa de los clientes, su legendaria metodología en adquirir e integrar empresas (57 en una decada), Chambers era considerado el mejor CEO de la historia, …
Cisco nació a mitad de los 80s en un garage de la Silicon Valley, debido a que sus fundadores, Sandra Lerner y Leo Bosack, no podían enviarse emails de amor trabajando casi en frente, en el Campus de Stanford: llegó a ser la mayor empresa de la historia por capitalización (por encima de Microsoft), alcanzando los 555 B$ a final de marzo de 2000, 80$ la acción.
Todos eran lodes y cánticos de gloria.
Exactamente un año despues, en abril de 2001, la empresa valía casi 6 veces menos, títulos a 14$ (400 B$ de valor bursatil esfumados en un año, un tercio del PIB de España) y por primera vez en su historia, Cisco despedía a miles de personas, haciendo “write off” de 2,2 B$ de inventarios.
Pero: ¿no eran los mejores en escuchar a sus clientes? ¿no tenían una relación ejemplar con sus sumistradores? ¿y sus legendarios metodos de forecastings?
Al pobre Chambers le llamaron de todo los mismos periodistas que le glorificaron por 5 años seguidos: cuando él dijo: ”Señores, en dos años volveremos a la cima”, le contestaron: “Anda ya!”.
Bueno, en 2003 Cisco volvió a superar los 100B$ de capitalización, hasta hoy, manteniendose en los mismos niveles: la última cotización de Cisco hoy 25 de Agosto era 21,19$ (market cap de 120,5B$) mientras la acción de Microsoft valían 24,14 con una valoración en bolsa de 209B$, un 62% más.
Creo que veis adonde voy: no es que sea fácil prever el éxito sostenible de las empresas, es casi imposible, como es muy difícil juzgar si una decisión empresarial será correcta o no: si tienes éxito, la prensa te dirá que eres un mago y un visionario, que diversificas y tomas riesgos inteligentes.
Si con las mismas decisiones fracasas, la prensa dirá que te has desviado de tu “core business”, que has perdido el rumbo, que estás a la deriva.
Volviendo a la construcción, en esta decada seguramente nacerán los nuevos gigantes, igual que en la explosión de la burbuja de Internet a principio del 2000 nacieron Amazon, Ebay, Google y compañía: Shumpeter hablaba de innovación disruptiva, de que para nacer lo nuevo tiene que morir lo viejo, de alguna forma.
Para los interesados en burbujas, Carlota Perez, docente Venezolana en Cambridge, ha escrito un libro que preve los ciclos tecnologicos en el orden de 2 por siglo, con fases muy específicas, …
En este sector me gusta mucho la revolución aportada por Cemex que consiguió transformar en México el saco de cemento de ser una pura commodity, a ser un valor emocional.
En las aldeas más pobres de México, cuando una pareja se casa, toda la familia ayuda para construir su humilde morada: Cemex montó una campaña para que toda la aldea montara una rifa gigante: cada aldeano ponía digamos 100 dólares en la hucha común; cada semana se extraía el ganador que se hacía con todo el botín y con eso podía construir su casa; los demás ganaban seguro, pero más tarde.
Luego añadieron tecnología, mucha tecnología: las constructoras podía hacer pedidos a Cemex sobre la marcha, con sólo dos horas de preaviso, pagando un premium; los camiones amasaban el cemento mientras daban vueltas por las ciudades, conectados por GPS: cuando una obra pedía cemento, el camión más cercano se lo entregaba, …
Compraron fábricas en España en Indonesia, en EEUU, … tenían tan buenos consultores internos que hicieron spinn off y crearon Neoris Consulting.
En fin, probablemente lo único que siempre funciona es “Think out of the box”, pensar diferente, ver oportunidades donde otros ven sólo problemas, arriesgarse pensando en el cliente y en que le podría hacer la vida más fácil, tomando riesgos.
Si tendrás éxito, Financial Times te nombrará directivo el año y EOI o IE te pedirán que des una conferencia sobre ello; si fracasas, Financial Times te crucificará, preguntandose si tu y tu sector os habéis vueltos locos pero en EOI e IE seguiremos queriendote mucho, no te preocupes, y te pediremos que nos des una conferencia sobre los learnings de tu experiencia.
La historia se repite una y otra vez: Thomas Edison se reía cuando los periodistas le preguntaban si se consideraba un fracasado al haber fallado 1,000 veces en sus experimentos hasta dar con la bombilla: decía que había descubierto 1,000 maneras sobre como NO se hace una bombilla.
Los chicos de Cisco salieron a pedir financiación en 1986 a los Venture Capitalists: después de 76 NOs, Donald Valentine, de Sequoia Capital les dijo que SI, aportando 2,5M$ a cambio de un tercio de la compañía (que facturaba entonces 1M$): al 77avo intento tuvieron éxito, FALLANDO de alguna forma 76 veces antes.
Pensemos diferente, por favor.
(*** Para conocer la teoría sobre las curvas de Sigmoid hay que leerse el libro de Charles Handy “The age of paradox”).