martes, 24 de agosto de 2010

Branding emocional

Estamos construyendo nuestra pequeña tribu con mucho que compartir: compartan tambien sus dudas por favor, cuando tengan que tomar una decisión importante, pidan consejo a su tribu. No les contestarán todos pero si 3 o 4 lo harán, tendrán 3 o 4 opiniones desinteresadas y muy valiosas que les ayudarán en tomar la decisión más adecuada.

Quiero compartir opiniones sobre el Marketing emocional, el branding emocional, porqué creo que el uso efectivo de las emociones en la comunicación de marketing es la clave para construir relaciones duraderas con los clientes.

El marketing directo tradicional se ha centrado en ofertas y descuentos para motivar la acción del consumidor; estas tácticas pueden generar resultados a corto plazo, pero reducen los márgenes y son fáciles de neutralizar por parte de la competencia.

Las compañías necesitan ganarse la lealtad de sus clientes, no comprarla, sobre todo ahora que un consumidor  tiene distintos perfiles a lo largo de un día (Carlos Barrabés dixit ***): low cost, medium, premium, super premium, icon ...

Piensen en un día de viaje. Toman un taxi y el autobus, compran un vuelo barato por internet, un juguete para vuestros hijos, un regalón para vuestr@s chic@s, …

Por esto las empresas “compran” vuestro comportamiento, cuando Movistar o Vodafone os ofrecen un móvil gratis para 18 meses de permanencia o Santander ofrece cero comisiones a cambio de condiciones draconianas que vienen especificadas en la letra muy pequeña (¿de veras hay más de 4 millones de clientes que cumplen con tantas condiciones, como afirma Fernando Alonso en su spot?).

Las tendencias actuales del Marketing intentan atraer al cliente desde el plano emocional, superando a la lógica racional: las nuevas experiencias sensoriales con la ayuda de una estudiada comercialización de las emociones, venden más que el mismo producto.

El ser humano es un ser emocional dominado por sus sentimientos y emociones, más que por razones (el 95% de las decisiones las tomamos con el corazón). Así, manejando estas emociones podemos lograr que un individuo asocie el consumo de un producto determinado con el agrado y la satisfacción.

Numerosas investigaciones demuestran que la satisfacción por un producto o servicio no garantiza la fidelidad del cliente: es necesario algo más y los clientes deben sentirse valorados y bien cuidados y aquí es donde entra en juego el marketing emocional.

A este propósito, quiero mencionar el caso de DOVE y su campaña sobre la "Belleza Real", analizada por alumnos del Master Tical de EOI. 

Las investigaciones demuestran que las consumidoras perciben a DOVE como una marca que brinda calidad en sus productos, cumpliendo su promesa de cuidado (por lo tanto DOVE tiene su respeto). El objetivo de la marca es convertirse en la principal opción para la mujer en términos de cuidado personal y belleza.

La consumidora target es una mujer a la que le gusta cuidarse y sentirse en armonía consigo misma. Se preocupa más por sentirse bien con su vida, con sus relaciones y consigo misma, que en cómo se ve.

DOVE desea cambiar los estereotipos y celebrar la belleza individual de cada mujer: cree en una belleza que se define a sí misma, que la verdadera belleza no tiene nada que ver con la perfección, sino que los distintos tipos de belleza real son mucho más interesantes y atractivos que los estereotipos.

Desde el punto de vista de la mayoría de las chicas, esta campaña fue muy acertada, siendo humana, auténtica y transmitiendo que debemos querernos a nosotros mismos, seamos como seamos. Además, logró una gran diferenciación con respecto a las marcas de la competencia y de esta forma DOVE consiguió además el amor de sus clientas, transformandose en una "lovemark", demostrando que la sociedad necesita un modelo de belleza que se pueda alcanzar.

La Campaña sobre la Belleza Real fue una iniciativa “blended” de éxito, basada en tres pilares: retención de clientes, adquisición y publicidad boca-a-boca.

Se creó el site "Campaign for Real Beauty.com", con más de 4,5 M de visitantes por un período de un año, un blog, campañas en los móviles y en TV. Se utilizaron Redes sociales como You Tube, para que los spots como "Evolution" e “Onslaught” llegasen a un nuevo número de mujeres: las adolescentes.

Les coloco el link de "Evolution", en el que se muestra cómo una chica normal es maquillada, peinada y retocada en el Photoshop hasta convertirse en una imagen publicitaria.






y el otro video citado "Onslaught": "Habla con tu hija antes que lo haga la industria de la belleza".



También fueron desarrolladas acciones de responsabilidad social, como grupos de soporte a mujeres en temas educativos, incrementando el compromiso de responsabiolidad social corporativa en la lucha contra el cancer de mama.

La campaña por la Belleza Real fue y sigue siendo un éxito y aquí os dejo el link a la campaña que se hizo en España; naturalmente todas las modelos elegidas eran chicas no profesionales de la moda.

¿Que os parece?

Seamos diferentes

(*** Esto nos lo contó Carlos en una conferencia que dio en EOI en Julio de este año: aquí va el link a su página y a sus reconocimientos internacionales) 

2 comentarios:

  1. Me parece fabuloso Antonio...gracias por compartir y gracias por lo que nos transmites, de forma de poder llevarlo a nuestras empresas...al fin y al cabo, somos personas y nos mueven las emociones, por ello estamos vivos y nos diferenciamos del resto de la raza animal; mas que el pensamiento, las emociones, energia pura, y si como herramienta del marketing, si sabemos manejarlas y si encontramos el equilibrio pues sabremos fidelizar a nuestros clientes de una forma duradera en el tiempo...

    ResponderEliminar
  2. Si bien pareciera que detrás de todo este marketing emocional hubiera un fin monetario, finalmente el marketing es para vender más, lo real es que cuando una marca o los ejecutivos a cargo de la misma, logran transcender este espacio de mero intercambio monetario, y se conectan genuinamente con su público objetivo, llevan el negocio a otro plano, ya no se trata de vender su producto sino de hacer feliz a la gente con él, de hacer que el producto canalice la realización de los anhelos más sublimes, no los que están asociados a lo superfluo, a lo expuesto, a lo cotidiano, a lo banal, sino a aquellos más íntimos, esos que se conversan con la almohada, con el espejo, a solas en la cocina mientras te haces el jugo, o cuando corres en la faja del gimnasio.

    Cuando una marca logra entender eso que nadie entiende, a veces ni una misma, entonces ha hecho un bien, ha contribuido a hacer a una persona más feliz, más genuina, más idéntica a lo que soñó ser de sí misma.

    Estos ejemplos son los que resuelven mi conflicto con el marketing, y me hacen entender que el poder que éste da a las personas, cuando es bien utilizado, puede obrar maravillas en el mundo.

    ResponderEliminar