viernes, 24 de septiembre de 2010

El spot de mi vida




Ya hemos hablado aquí de branding emocional, de lovemarks y en mis clases suelo impulsar a mis sagrados clientes (y de paso alumnos) en buscar aquellos spots que demuestran esta tendencia, como algunos que hemos visto.
 
En el Foro de un Master pasado, la conversación nos llevó a buscar el "spot de mi vida", aquellos spots que nos habían llamado particularmente la atención por interpretar este concepto a la perfección y os adjunto un clásico: HELMANN (y el complejp de Edipo)
Cuando estabamos votando, una chica del grupo escribió el post que os adjunto, entre comillas, tal cual como lo publicó: hubo un antes y un después de aquello; de repente  el grupo del Master entendió que YA ERAN UNA TRIBU y por lo tanto podían compartir libremente sus emociones y no podéis imaginar hasta qué límites se superaron.

Surgió espontaneamente y fue maravilloso, rompió barreras y los alumnos se dieron cuenta de la fuerza que puede tener confiar en tu gente: hay que devolver amor y confianza no sólo al mercado sino en el entorno de nuestro trabajo.
Quien lo consiga tendrá estas ventajas competitivas intangibles e imposibles de adquirir que hacen únicas a las "grandes" empresas.
¿Y ustedes? ¿Hay confianza en sus equipos? ¿Ejercen el marketing interno?

EL SPOT DE MI VIDA
"Nos dijeron que se moría, que el chico (así es como le llamaba el médico) estaba en una SITUACION INCOMPATIBLE CON LA VIDA, no aguantaría hasta la tarde y que incluso si conseguía resistir no sería capaz de remontar la situación y superar la operación que era indispensable para seguir viviendo. Nos dijeron que entráramos a despedirnos…
Él luchó por vivir, luchó por quedarse con nosotros, nos enseño que era capaz de tener más fuerza que la que cualquiera de los médicos habría pronosticado… y pasaron los días y seguía remontando y logró superar la operación y logró seguir adelante…
Él me enseño, con menos de 7 días de vida, que merece la pena luchar por estar aquí…  (Que grandeza que tu pequeño bebe te enseñe más de lo que tú le podrás dar jamás)
Este es el GRAN SPOT de mi vida, el que me consigue motivar cada día, el que ha logrado cambiar mi forma de ver las cosas, el que estoy segura que me hace ser DIFERENTE.
Porque ya nada es igual, mi trabajo, mi familia, mi estudio y mi tiempo libre es todo uno, y comparto con todos TODO. Porque el mejor mensaje a mis hijos es enseñarles que trabajar es algo realmente fascinante, y el mejor valor añadido en mi trabajo es preocuparme por ellos como si fueran mi familia. Porque he perdido el miedo a equivocarme, o el miedo al fracaso… (Como tener miedo después de esto!)
Porque he aprendido que llorar en el trabajo no es mostrar debilidad, si no compartir. 

Porque he conseguido aprender que mi sonrisa es mi gran herramienta de trabajo.

Y en eso estoy, en intentar conseguir más herramientas que me permitan sacar todo lo que llevo dentro, y por eso estar en este programa  y por eso daros las GRACIAS."

¿Que les parece?

¿Quien dió la clase ese día?

2 comentarios:

  1. Una historia conmovedora y una perfecta lección.
    Enhorabuena, Antonio, por cada uno de tus post y mil gracias por compartirlos con nosotros.
    Un abrazo

    ResponderEliminar